Las series interactivas necesitan evolucionar
Algo que me ha causado mucha curiosidad son las películas o series interactivas, porque la premisa de imaginar un show de televisión y un videojuego mezclados es interesante. Sin embargo, no todas las buenas ideas suelen ser buenos productos, y este caso es uno mixto, con exponentes buenos y muchos otros que dejan qué desear.
Hay ejemplos tan famosos como Black Mirror o Minecraft Story Mode que han explotado la mecánica de la toma de decisiones en plataformas como Netflix. Y si bien a muchos les parecerá una genialidad, es a veces lógico preguntarse si aquella historia no hubiera estado mejor adaptada en forma de un videojuego, donde el usuario podría tener más control sobre la misma.
Pese a que, para algunas obras, es factible pensar así, hay otras que son malísimas. Porque hay series interactivas que brillan por fallar a la hora de crear un guion que tome en cuenta las decisiones de los espectadores.
Errores que se heredan
Muchas veces pasa que los productos más exitosos suelen ser los más copiados. Pasa con las portadas de los filmes que llegaron a videojuegos, pasa con el género de superhéroes, y está pasando con la toma de decisiones que incorporan los escritos.
Esto proviene mayoritariamente de Telltale Games, un estudio desarrollador conocido por su saga de The Walkind Dead. Aunque estos vengan, a su vez, de las aventuras gráficas, se necesita decir que ellos comenzaron la moda de los juegos interactivos. Su historia, aunque con una capa de elecciones por encima para que el jugador pudiera decidir sobre los personajes, era bastante lineal en general. Esto es porque, en algunas ocasiones, no importaba realmente que camino elegías, todo llevaba a un solo punto.
Este fenómeno no pasó desapercibido y dio lugar a otras entregas como Life Is Strange, el aclamado Detroit: Become Human, Man Of Medan, Late Shift o Until Dawn. Más allá de darle a PlayStation el meme de que sus películas tenían un poco de videojuegos, las piedritas se estaban empezando a acumular.

Cabe mencionar que un título donde ya se había hecho antes es Heavy Rain, pero su impacto fue más el de ser el pionero en la industria y no un exponente del qué basarse.
Contados con la mano
Claro que, como en todos lados, hay cosas buenas y malas, pero es que a veces se pasan con los bodrios. Una vez en Netflix mi hermano se topó con Escapa del Undertaker, una serie protagonizada por el luchador de la WWE con el mismo nombre. Tuve que verla para comprobar que, en efecto, era mala (por no decir que una basura), porque las decisiones no influenciaban en absolutamente nada (y era el equivalente a que un capítulo de La Rosa De Guadalupe tuviera un presupuesto millonario, pero sin cambiar a los actores).
Eso es, precisamente, lo que es complicado. Los guiones deben estar estructurados de tal manera que las elecciones importen, no tanto que sea como un juego, pero sí que haya cierto grado de interacción que impacte. Otro ejemplo que ya he mencionado es Black Mirror. No es de mi agrado, pero entiendo por qué fue tan popular cuando salió. Pese a que posee decisiones tan importantes como escoger un cereal, su nivel en la trama es superior a la cosa esa cosa que vi con el grandulón de la lucha libre.
La estructura es lo importante, y no son muchas las producciones que cuenten con un escritor tan ingenioso como para dar con una historia ramificada que, por lo menos, te de la ilusión de la elección. Es, sin embargo, el problema de escribir algo así lo que imposibilita dar con un Detroit: Become Human pero en televisión o cine… pero si ya se hizo para un juego, ¿por qué no para estos otros medios?… quizás tenga que ver con el presupuesto y el tiempo que llevaría una producción así.

Pequeños avances
Un caso reciente en la pantalla grande ha sido The Gallery, el cual no he tenido la oportunidad de probar. No obstante, se ha hecho ya con una presentación en un festival de cine. Aunque no estoy seguro de su calidad, por lo que se ve en el tráiler, repite la estructura que se ha estado mencionando como loro en este texto.
El problema que vería, tras su presentación, es que, para tomar una decisión, se tiene que preguntar directamente al público o someterlo a una votación, lo que rompe un poco con la dinámica y ritmo que llevaba el filme (más de lo que ya lo hace la propia selección de camino).
Asimismo, la popularidad de este tipo de juegos ha ido en decadencia desde aquel lejano 2012 cuando Telltale abarrotó todo y se consumió a sí mismo.
También, recientemente, se anunció Silent Hill: Ascension, un evento interactivo masivo en línea donde los participantes podrán influir en la historia… si, otra vez di una descripción familiar, pero es que lo anuncian como si fuera una novedad. El estudio encargado, Genvid Entertainment, ha realizado algo similar con The Walking Dead: Last Mile y, sinceramente, todo tiene que cambiar para mejor.
Repetir una sola fórmula una y otra vez con pequeñas innovaciones es lo adecuado, pero vender absolutamente todo como nunca antes visto es lo que terminará elevando una expectativa que no se podrá llenar.
Quedará esperar lo mejor, pero este subgénero, por ahora, parece estar destinado a evolucionar solo con las mentes más creativas e ingeniosas que den el primer Detroit: Become Human cinematográfico. (Eso o contratas al primero que se cruce en la calle y te hace un Heavy Rain: Escapa Del Undertaker, Ahora Es Personal 2).