Iron Maiden en México: Una Noche de Heavy Metal y Nostalgia
Iron Maiden regresó a México con su gira The Future Past World Tour 2024, entregándonos una velada de heavy metal inolvidable en el Estadio GNP. Después de dos años de ausencia, la banda británica cautivó nuevamente a sus seguidores, desde los de antaño, hasta las nuevas generaciones. Logrando que su música y su carisma nos dieran una experiencia épica.
Para dar inicio la noche del 20 de noviembre, las bandas Ágora y Disturbed calentaron motores. Haciendo que los asistentes empezaran a hacer vibrar el Estadio, mientras esperábamos la entrada de Bruce Dickinson, Nicko McBrain, Dave Murray, Steve Harris, Janick Gers y Adrian Smith. Algo curioso, es que el concierto no dio inicio a la hora acordada (20:50 hrs), si no que tuvo un retraso de casi media hora, pero esto tiene un motivo, y es que Iron Maiden, quería que todos estuvieran en su lugar y que faltaran los menos asistentes para dar inicio..
Un Setlist Para toda la gira
Iron Maiden ha dado inició su presentación. Canciones como “Caught Somewhere in Time” y “Stranger in a Strange Land” del álbum Somewhere in Time de 1986 marcaron el inicio de un setlist que alternó entre clásicos y temas de su reciente álbum Senjutsu. Hay que recordar que este SetList fue usado para toda su gira.
Bruce Dickinson no solo brilló con su potente voz, sino que también interactuó constantemente con el público. Además, Eddie, la emblemática mascota de la banda, apareció en diversas formas, protagonizando momentos como un duelo estilo western durante “Heaven Can Wait”.
El público vibró con piezas como “The Writing on the Wall” y “Hell on Earth” (muy adecuada para estas eras), que ya se han convertido en favoritas de los fans. Pero la verdadera sorpresa llegó con “Alexander the Great”, interpretada por primera vez en vivo, desatando la euforia y el headbanging en todo el estadio.
Un Cierre Épico y Multigeneracional
El cierre estuvo cargado de nostalgia con temas como “Fear of the Dark” y “Iron Maiden”. Aunque el montaje escénico fue más sencillo de lo esperado, las imágenes proyectadas y las apariciones de Eddie mantuvieron el espectáculo visualmente atractivo.
Dickinson, con su característico sombrero de charro, despidió la noche con “The Trooper” y “Wasted Years”, prometiendo regresar en un par de años. El concierto reunió a fanáticos de todas las edades, consolidando el legado de la banda como un fenómeno multigeneracional.