Arami se tomará un descanso pintoresco y astral, con el peculiar remaster para PC de El Shaddai: Ascension of the Metatron.
Nadie esperaba que anunciaran el regreso de un juego que considero bastante diferente de los demás. Yo tuve la oportunidad de jugarlo en PlayStation 3, el cual sufría bastante por tener una tasa de frames estable. Fuera de eso, conocí un título donde la acción se fusiona con algo parecido a un arte impresionista muy colorido. Su historia celestial me atrapó a pesar de que no conozco el libro de Enoch. ¿Será que esta adaptación manga con algunas mejoras y añadidos, es capaz de cautivar a una nueva generación de jugadores?
HISTORIA DE EL SHADDAI: ASCENSION OF THE METATRON
El pergamino de Crim Co nos narra una visión muy particular del libro de Enoch, pero con un toque shonen. Es tu deber celestial encerrar de vuelta a 7 ángeles caídos, los cuales se están refugiando en una torre. Enoch es uno de tantos nombres que ha recibido en diversas culturas, pero vienes encomendado de la mano de Dios. Trae de vuelta a los rebeldes de la causa divina, termina con esta afrenta para volver al plano celeste.
Daremos un vistazo breve a su jugabilidad, la cual se dejó ver hacer 10 años en PS3 y Xbox 360. El título tiene una progresión lineal, con un sistema de combate sencillo pero fluido e inspirado en cierto caza demonios. Puedes bloquear los ataques, hacer doble salto, marcar movimientos especiales al combinar ciertos botones e incluso suavizar tu caída. En tu camino hallarás pequeñas arenas para batir a los enemigos que se interponen para cumplir tu divina tarea. Habrá ocasiones donde tengas una vista 2D del escenario que debes recorrer, donde el plataformeo tiene más importancia que luchar.
Un viaje con una alta dosis de abstracción y colores sujetos a la perspectiva de la luz o la cámara. Esto a veces puede llevar a pequeños problemas de percepción para golpear algunos elementos o sortear algunos saltos en 3D. Afortunadamente es algo que se palía, una vez te acostumbras a la forma de movimiento y su forma de iluminar.
Los combates contra los jefes no solo son interesantes por ser un cambio de dinámica, sino también por su historia. Te mantienen sumergido en una connotación filosófica entre el bien, el mal y sus desdibujados bordes grises de la moral. Además de ofrecer cinemáticas que por lo menos te darán ganas de saber que va a pasar. Aunque sí debo decir que el título es mucho menos frenético que otros juegos del género hack and slash. Aun así, trata de compensarlo con la posibilidad de robar el arma a los enemigos y usarla en su contra. Algunas de estas funcionan mejor que otras, dependiendo de a que criatura le estés pateando el trasero. A esto se suma la mejora en la resolución, junto a los 60FPS estables que el lanzamiento original no tenía.
También cabe resaltar que quien nos guía y ayuda a guardar, no es otro que el mismo Lucifer. Aquí aún no es un ángel caído, funge como nuestro confidente y quien reporta los avances ante Dios. Si algo llega a pasar, reanudaremos desde el último punto de guardado que hayamos realizado. Su presencia en El Shaddai, no solo se limita a preservar nuestras gestas, porque sus conversaciones con Dios tienen relevancia. En otros juegos suele ser meramente anecdótico, aunque aquí quizás quieras escuchar lo que dice antes de continuar tu viaje.
Uno de los 2 elementos que considero de mayor peso en este juego que no busca competir con otros grandes. Su puesta en escena radica en lo abstracto de los paisajes, con una paleta muy pintoresca que siempre está cambiando. No lo digo solamente por su capacidad de ofrecer niveles en 2D y 3D, sino también por su temática visual. Quizás en ocasiones la cámara puede entorpecer un poco, pero afortunadamente no merma en demasía su diseño de niveles. No es artísticamente preciso, ya que se toma ciertas libertades para ofrecer una historia de toque manga con muchos mensajes.
Sin duda alguna es el otro punto fuerte en El Shaddai, junto a las actuaciones de voz en inglés y japonés. Debo decir que le di una oportunidad al doblaje en inglés, el cual me ha sorprendido de buena manera. Ya sea que quieras escuchar las voces originales o en inglés, la música va a transportarte. Sus paisajes abstractos tan surrealsitas, cobran mucha vida con la firma de inconfundible del artista Tetsuya Mizuguchi.
El Shaddai: Ascension of the Metatron busca más destacar pro su apartado artístico y musical que por su jugabilidad. No es posible jugar con teclado y mouse, es obligatorio utilizar un mando para poder disfrutar de esta aventura. Lo considero un defecto menor que tiene solución, aunque es algo que debería permitir de salida. Su historia quizás no cierra con la misma fuerza con que es narrada, pero sin duda te engancha. De principio a fin vas a tener algo parecido a un viaje astral, con su música y escenarios sin igual.