Si te gustan los videojuegos que pueden llegar a destrozar amistades, esta review es para ti. En esta ocasión traemos los pormenores de Super Mario Party Jamboree. La última entrega de una franquicia que ha ido conquistando a una base de jugadores con grandiosos minijuegos donde tomaremos el control de los personajes favoritos de Mario. Agradecemos a Nintendo Switch la oportunidad de probar el título favorito por los gamers que no pierden ninguna oportunidad para presumir sus habilidades.
Mario Party
Todos recordamos los mini juegos que alguna vez lograron que los controles de Nintendo 64 se volvieran instrumentos de tortura para los jugadores que competían unos contra otros en retos empleando a Mario y sus amigos. Desde 1998, estos mini retos han ido evolucionando y adaptándose a cada consola. En resumen, esta franquicia de Nintendo cuenta con un total de 18 títulos en 8 consolas, y transforma los tableros y dados el campo de batalla y armas donde la amistad se bate a duelo.
Super Mario Party Jamboree
Esta entrega continua con la esencia del Mario Party, con siete tableros donde haremos todo lo posible por obtener el mayor número de estrellas a toda costa, sin embargo en esta ocasión seremos ayudados por un compi Jamboree, lo cual le añade un fuerte elemento de azar al juego. Cada compi cuenta con habilidades especiales, aparece temporalmente y lo más importante, cuando nos den una estrella obtendremos una extra si el compi nos acompaña en ese momento.
Jugabilidad
Super Mario Party Jamboree básicamente nos permite seleccionar entre tableros y modos de juego. Si queremos disfrutar de la experiencia completa necesitaremos obligatoriamente un par de Joycons. Partiendo de que todo Mario Party es irresistible de jugar en modo local, también necesitaremos de un par extra para nuestros invitados. Podremos disfrutar de los minijuegos restantes con un Pro Controller sin mayor problema y seleccionaremos la dificultad de la CPU, el azar, modos de equipo e incluso podremos reaccionar a las acciones de otros jugadores.
Al iniciar la partida podremos observar en los tableros que cada uno cuenta con una característica particular. Tras lanzar los dados, avanzaremos el número de casillas marcado y obtendremos las monedas correspondientes. Si somos lo suficientemente hábiles, usaremos las características del escenario y administraremos maquiavélicamente nuestras monedas para comprar items que nos permitan sacar ventaja y poner trampas a los jugadores dentro del tablero. Si sumamos esto a los compis Jamboree, tendremos varios momentos de tensión asegurados. Los tableros disponibles son: Circuito Lanzadados, Bosque de Mega Floruga, Plaza Arcoíris, Isla Goomba, Mundo del Oeste, Castillo Arcoíris de Mario y Fortaleza del rey Bowser.
Por otra parte, en los Modos de Juego, nos divertiremos hasta dominar los Joycons en increibles instantes de coordinación y precisión. Ya sea aleteando por las nubes, pinchando ingredientes para una receta, o nivelando el camino hacia la meta, los movimientos que realicemos nos adentran profundamente por un instante en los minijuegos que repetiremos hasta alcanzar la victoria. Los modos de juego disponibles son: Bowseratlón, Brigada anti-Bowser, Cocina rítmica, En alas de la aventura, Fábrica de Toad, y Puerto de minijuegos.
Modo local – online
El modo local en multijugador es indescriptiblemente divertido, y el modo online busca repetir esta emoción. Aunque no es lo mismo ganarle a un desconocido que ganarle a tu mejor amigo. Por otra parte, el modo solitario local, es más una experiencia de investigación que de disfrute, es para saber qué juegos hay y qué tan divertidos podrían resultar en un reunión. Este modo tiene algunos atractivos como ganar monedas para comprar reacciones y personalizar a nuestro personaje.
Gráficos
Los gráficos no son algo de lo más extraordinario pero ayudan a las animaciones que presentan los escenarios de forma bastante llamativa, a su vez, favorecen a ponerle cierto acento a las situaciones de tensión, victoria y derrota. Los menús son claros y también los videotutoriales que nos explican todo de los minijuegos.
Música y sonido
La música tiene un gran número de pistas, cada una aporta su estilo particular de acuerdo al ambiente donde se desarrolla la acción. Si bien algunos temas pueden llegar a repetirse el repertorio cuenta con tantas que será difícil identificar a detalle la pieza en especifico. Los efectos de sonido en cada escenario están muy depurados lo cual motiva a la inmersión de las partidas. Destaca el doblaje en español que brindan una gran energía y junto con las voces de los personajes dependiendo de la situación logran representar la emoción de la competencia.
Conclusión
Super Mario Party Jamboree tiene dentro de sus tableros, minijuegos y personajes una larga trayectoria que lo respalda como una de las mejores experiencias multijugador competitivo y cooperativo. Combina ritmos y mecánicas en una receta que puede agradar a una amplia gama de gustos. Se anima a mostrar experiencias para los fanáticos de los Joycons, la competencia pura, partidas cooperativas fugaces, y un compi que puede cambiar la partida de un momento a otro.
No obstante, al mostrar tantas opciones pareciera que es una entrega que llegó con el objetivo de dar una muy buena impresión a cualquiera… aunque después le cuesta trabajo mantener esta imagen. Para algunos juegos bastante interesantes necesitaremos obligatoriamente otro par de Joycons. Dependiendo de la habilidad o dificultad del juego la partida puede ser muy divertida, bastante estresante o de lo más aburrida. Entrados modos principales, si la dinámica se resumen en una mala experiencia para el equipo, solo queda jugar el online o solitario lo cual le resta la esencia al juego.
Si eres fan de la saga, Super Mario Party Jamboree es una experiencia que puede darte grandes momentos de diversión, nostalgia, risas y amistosas peleas. Es un título más accesible para todo el público sin embargo, los juegos no dejan de ser pocos si lo jugamos extensivamente. Es cierto que los tableros, modos y compis, ponen de su parte para distinguir esta entrega, aunque más allá de marcar la diferencia lo interesante sería que la mayoría de los minijuegos fueran iguales en cuanto a la emoción, intensidad y competitividad que son el alma de la fiesta característico en los Mario Party.































