Una ascendencia terrorífica espera a Arami si desea recuperar su libertad mientras escapa a los extraños obstáculos de White Knuckle.
HISTORIA DE WHITE KNUCKLE
Dark Machine Games tiene unas instalaciones secretas de alta tecnología que han sido tomadas por algo oscuro. Solo queda una persona viva en este desastre y deberá escalar para poder salvar su pellejo. No hay truco, la única forma de abrazar la vida es subiendo hacia arriba.
JUGABILIDAD
White Knuckle emplea un sistema donde tus manos son tu herramienta principal para treparte a diferentes elementos. A veces un asa, otras una cuerda, quizás una varilla, pero todo consume resistencia entre más te tardes en mover. Tus manos se pondrán de color rojo para indicar el cansancio generado, llegando a soltarse cuando llegue al límite. Tenemos un sistema básico de inventario donde podremos cargar cualquier cosa mientras quepa en un círculo. Aparte podremos colocar un objeto fijo a una mano, el cual se puede colocar o quitar con un solo botón. Esto será útil para usar las herramientas extra o bien acceder a una bebida que restaura tu aguante.
La clave está en saber alternar el movimiento, ser rápidos para que nuestro personaje no se agote con celeridad. La velocidad es clave, pero también el posicionamiento y es aquí donde entran las herramientas. Un martillo para poder colocar nuevas asas en cualquier pared, una varilla que puedes lanzar para abrir nuevos caminos. La más codiciada es una lanza atada a una cuerda para abrir caminos que normalmente no podrías tomar. Todo esto es necesario para superar a la masa, una sustancia que va sumergiendo el camino que recorres vertiginosamente. Convirtiendo esto en una experiencia roguelite donde cada intento cambia las cosas, pero con una amenaza constante.
Tendremos que superar tres secciones o silos de una sentada, aunque contaremos con un sistema de vidas que podemos generar. Si estas se terminan, tendremos que empezar desde cero y habrá caminos secretos que desafían la lógica habitual. Es posible obtener mejoras gracias a una máquina que puede escribir nuestro código genético o ayudas con una extraña dispensadora. Esta requiere de unas cucarachas especiales que encontraremos a lo largo de nuestro escape. Pero saber administrarte tiene más relevancia, porque tener mucho en el inventario afectará tu movilidad. Vas a morir mucho, pero cada intento te llevará más lejos si consigues las mejoras.
APARTADO GRÁFICO
Su estilo es similar a los 32 bits, con elementos 3D de bajo poligonaje y texturas pixeladas de alto contraste. Esto le confiere una apariencia sombría para complementar sus tres zonas donde la suciedad brinda sensaciones de peligro e incomodidad. Esto se suma a tener una buena optimización, además de no pedir muchos requisitos y funcionar en PC menos potentes. Quizás la única queja que se le puede poner es que las bisagras o elementos interactivos no resaltan como deberían. Lo cual puede hacer que pierdas por no poder ver hacia donde ir y no por falta de habilidad.
MÚSICA Y SONIDO
La banda sonora toma un giro hacia los sonidos ambientales, apoyándose de efectos como metales a lo lejos. De repente que algo cause un crujido que no parece tener punto de origen para despistarte. Parte de su desolación viene acompañada de un megáfono que parece más centrado en estresarte. Un apartado capaz de hacerte sentir cierta incomodidad mientras intentas no caer a tu perdición a toda máquina.
CONCLUSIÓN
White Knuckle tiene una campaña diferente a lo convencional que seguro le encantará a los amantes del speedrun. La forma de plantear el horror, junto a un sonido capaz de estresarte si no te apuras, está bien conseguido. Me gustaría que ofrecieran una modalidad aparte, totalmente opcional, que si tenga puntos de control tradicionales para los menos hábiles. Fuera de la campaña tendremos el contra reloj y silos infinitos que le otorgan mucha rejugabilidad o competir por tiempo. Aunque es un juego con un aporte fresco, no va a ser para todos, pero recomendable si toleras sus peculiaridades.
